ENTRADA: Queridos hermanos: Hoy nos reunimos una vez más para celebrar la Eucaristía, nuestra gran fiesta. Vamos contemplar lo que La Palabra nos da a conocer, que Dios es amor, infinito amor.
Jesús, en este 5º domingo de Pascua, señala al amor como “el mandamiento nuevo”, el que nos hace semejantes a Dios, y lo deja como suprema identificación cristiana.
Acompañados por este cirio encendido, que representa a la luz de Cristo, participemos con gran alegría de esta Eucaristía.
LITURGIA DE LA PALABRA: La Palabra de Dios nos trae el mensaje de la creación de ministros para el servicio del Pueblo de Dios. Jesús quiere que ese servicio sea el amor.
ORACIÓN DE LOS FIELES: A cada intención respondemos: “Señor, danos un corazón dispuesto a amar"
Por la iglesia, para que nuestros gestos de amor lleguen a las personas marginadas. Oremos.
Por las vocaciones sacerdotales, para que haya más ministros con el entusiasmo de servir al Pueblo de Dios. Oremos.
Por nuestros gobernantes, para que expresen el amor de Dios abriendo fuentes de trabajo genuino para los más necesitados. Oremos.
Por todas las familias, para que sientan el amor de Jesús, viviendo una Fe fuerte, una esperanza viva y una caridad ardiente que los una y los haga solidarios con los demás. Oremos.
Por nuestra comunidad, para que podamos descubrir y dar a conocer al amor de Dios. Oremos.
OFRENDAS: Presentemos al Señor los donde de Pan y Vino; junto con ellas nuestras actitudes de amor dispuestas a dar a los hermanos necesitados.
COMUNIÓN: En la íntima comunión con Jesús, por medio de la Eucaristía, dejamos que Él nos sumerja en su corazón lleno de amor; y en esa comunión nos encontramos también con cada uno de nuestros hermanos.
DESPEDIDA: La Misa ha terminado, nuestra misión comienza: vayamos a anunciar en nuestra escuela, en nuestro trabajo, en nuestro hogar el amor infinito de Dios.
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